INTRODUCCIÓN

¿Alguna vez has sentido esas ganas irrefrenables de viajar, de conocer mundo? Si la respuesta es sí, estás en el lugar adecuado.

El ser humano, desde sus más lejanos inicios, ha sido un nómada empedernido: es por eso que llevamos en nuestro interior esa necesidad de conocer qué hay más allá. No nos conformamos con conocer nuestro entorno, sino que buscamos ampliar nuestros horizontes y descubrir hasta los más remotos lugares del planeta.

Si bien es cierto que hay personas que simplemente no tienen ese sentimiento, las cuales son pocas, hay muchas otras que simplemente no se atreven a dar el paso.

No estoy aquí para obligarte a nada ( a algo, más correctamente)  ni para cambiar tus ideas, pero te invito a que reflexiones conmigo sobre lo siguiente:

Viajar es conocer; vivir; experimentar; temer; sentir; aprender...

Conocer: Desde el minuto 0 en el que emprendes un viaje, no paras de conocer: conoces personas, lugares, cultura, comida, costumbres,....incluso te conoces a ti mismo. Te puedo garantizar que esta es una de las mejores cosas de viajar. Jamás vuelves a ser la misma persona después, pues tu mundo y tus conocimientos se han vuelto un poco más grandes.

Vivir: No trato de decirte que si viajas vas a vivir más tiempo, pero sí vivirás más. Lo dejo a tu libre interpretación.

Experimentar: ¿Quién sabe las experiencias que te aguardan? Desde probar un insecto hasta conocer a la persona con quien compartirás el resto de tu vida. Lo que está claro es que las buenas experiencias conforman la base de una vida satisfecha y bien aprovechada.  No digo que si no viajas no tengas una vida satisfecha, la pregunta es, cuán satisfechos creemos que podemos estar. ¿Dónde está el límite? Eso solo tú lo puedes descubrir....

Temer: Está claro que no todo son emociones positivas. También está el temor, el miedo. ¿Y si te pasa algo?¿Y si pierdes el avión de vuelta?¿Y si te pones enfermo?. El miedo no es un sentimiento negativo, es bueno sentirlo para prevenir y sobrevivir, pero el problema está cuando nos frena y no nos deja hacer lo que ansiamos, es ahí cuando se convierte en algo negativo y que debemos evitar a toda costa, pues no hay algo peor que no poder realizarte y superarte por culpa de este.

Sentir: Libre albedrío para tus sentidos, emociones y sentimientos. Relájate y disfruta de lo que un lugar te ofrece.


Aprender: Vas a aprender, pues vas a moverte por otras tierras, entre otras culturas y costumbres. El aprendizaje lleva al conocimiento, y el conocimiento a la sabiduría. Vas a cuestionar lo que siempre has pensado, oído o leído y a comprobarlo por ti mismo, y muchas veces tendrás que cambiar lo que pensabas sobre un determinado país, gente, cultura o religión: normalmente, para mejor.



Dicho esto, ¿necesitas más razones para viajar? Si es así, quédate, pues juntos las encontraremos. Y si no lo es, quédate también, pues este blog es la guía definitiva del viajero moderno, donde vas a descubrir miles de lugares donde viajar, consejos para el viajero, destinos tops y mucho más.


¿Estás preparad@ para emprender este viaje conmigo?




María Zamora